Las tecnologías de la información se han convertido en una herramienta básica para ayudar a una empresa a conseguir su meta y a transformar su mercadería en producto vendible.
Esta situación ha generado dos focos de presión importante.
Presión sobre el parque informático de la compañía para que sea óptimo y no genere cuellos de botella de producción.
Presión sobre las personas que explotan estas herramientas para que aumenten su trabajo si se ve mermado por un parque informático lento o desactualizado.
Para aliviar a la empresa de esta situación ISIT a diseñado una herramienta para la gestión de activos tecnológicos. El objetivo consiste en que tras un proceso de auditoría y contabilizado de su parque informático y los procesos que éste soporta se despliega una estratégia de gestión de activos.
Esta estratégia permitirá a la empresa redistribuir el parque informático a la necesidad real de la producción de la compañía y mantener este despliegue durante el tiempo de vida de cada componente.
Un parque informático bien gestionado provocará que el Coste Total de la Propiedad de cada componente se explote al máximo eliminando puntos de caída o actualizaciones no necesarias.